martes, 25 de enero de 2011

Después de haberme ahogado en la saliva del largo beso del adiós

En mi primer post del año claramente no tengo más opción que escribir sobre mis (cortas) vacaciones y lo que surgió de ellas. Para empezar pasé un largo día en Pinamar, donde la única noche que salí conocí un flaco que obviamente era un pelotudo, así que ni me voy a gastar en palabras en decir algo al respecto. Pero luego llegó Mar del Plata, fueron pocos días pero la pasé muuuy bien y sí, también conocí a alguien, lo que más comúnmente se conoce como "amor de verano", y ahora que recuerdo hace unos años escribí algo acerca de eso, que creo que lo voy a poner y después sigo con la historia....


"Tan solo cuatro míseras palabras que significan tanto en la vida. Nadie lo puede entender, nadie… salvo los que lo vivieron. A mi este año me toco vivirlo en carne propia, fue grato mientras duró, pero después, cuando volvés a la realidad que te toca vivir, queda un vacío existencial que no se puede llenar con nada, ni con amigas, ni con nuevos o viejos amores que quedaron, porque no tienen comparación alguna. Vivís 15 días a full conviviendo con ello y te hacen muy feliz, y hagan lo que hagan, hasta lo peor que te puede hacer alguien, no podés odiarlos jamás es más, los querés mucho mas de lo que los querías, y peor todavía, te odias a vos misma por no poder odiarlos.
Es un amor totalmente diferente al que se puede sentir en otro momento de la vida, supera al amor propiamente dicho, es tan fuerte el sentimiento que no se puede explicar, simplemente se siente, y es por eso que nadie en el mundo ajeno a eso lo entiende…
Y tenés que vivir con esta agonía de extrañar esas noches juntos viviendo cosas totalmente diferentes y pensando en si van a estar de nuevo para volver a verlos todo lo que queda del año y del año siguiente, hasta que llegue el bendito día en que nuevamente subís a ese micro que te lleva a los mejores 15 días del año. Pero mientras tanto que? Una se queda sola, angustiada, con la lágrima a flor de piel todo el tiempo, y con la sesión de terapia una vez a la semana, como si en ese tiempo a una le alcanzara para contar todo lo que pasó en las vacaciones y para expresar todos esos sentimientos mezclados… pero gracias a Dios existen ellos, nuestros psicólogos, porque nos entienden o al menos lo fingen muy bien. Es todo un proceso de duelo muy doloroso, una sufre tanto para que cuando termine de elaborarse esté otra vez pisando la arena con las valijas a cuestas y volver a empezar todo de nuevo. Pero no es en vano, al contrario, porque vas con muchas expectativas de cómo será verlo de nuevo, si va a estar todo bien, si encontrás otro nuevo amor de verano, o peor todavía, si ellos encuentran a otra, que es mas duro, pero siempre queremos creer que los vamos a encontrar y que todo va a ser como el verano anterior, y que vas a vivir cosas nuevas con viejos amores.
Lo único que queda de ellos es un par de fotos juntos, si tenés la suerte de tener una con él, un mail, con suerte unas charlas por msn y la esperanza de verlos durante el año, que se puede hacer posible si el tiempo de cada uno lo permite, porque encima de todo no viven en la misma ciudad.
Y a la frase “LOS AMORES DE VERANO SON DE VERANO”… ¿cómo se le hace caso? Si alguien sabe cómo que por favor me lo diga, porque aunque en este momento haya pasado poco tiempo, todas morimos de ganas de verlos y sentir que estamos de vuelta allá y que no importa nadie mas en el mundo… suena totalmente exagerado, pero así se siente, o por lo menos yo lo siento así.
Lo más raro de todo esto es que no llega a ser enamoramiento, no los amas como a un novio, los querés como a nadie, porque son únicos e irremplazables, y sentís que nunca vas a encontrar a otra persona como ésa que conociste, más allá que tengas otro “amor de verano” o no, pero en el caso de que se tenga uno nuevo, van a ser totalmente diferentes, porque no vas a vivir ni sentir las mismas cosas."


Releyendo esto, me pregunto cómo no se me ocurrió antes empezar a bloguear....


En fin, volviendo a mi relato. Este año conocí a alguien, si señores, volví a caer estupidizada en el error. Digo error  porque desde el vamos ya sé como va a terminar todo. Lo sé por mi propia experiencia y porque el muchacho en cuestión me aclaró un par de cosas también. Entonces, puede una ser tan ciega y dejarse llevar? Sí, lo soy, y me hago cargo, así como de muchas otras cosas que no vienen al caso. La cuestión del asunto es que a pesar de todo, una medio que se engancha porque es algo inevitable, se hace la cabeza con imposibles, se emociona por nada y pareciera que es masoquista habiéndolo vivido un par de veces antes. Entonces, nos gusta pasarla mal? Yo creo que nos gusta pasarla bien sin pensar en el después, o al menos eso es lo que hago, disfruto a full el momento, y "después alguien dijo no somos nada y sin embargo miren mi cara"...